Cine Kung-Fu

Matrix, película ya archiconocida por todos, marcó en 1999 un antes y un después en el cine de acción (aún hoy en día decimos "efecto matrix" al abuso de cámara lenta en escenas de acción). Lo que luego fue el inicio de una trilogía, resultaba tener una historia con claras inspiraciones filosóficas y religiosas.

Neo lleva tiempo sin dormir bien por las noches. Lleva una doble vida: por la mañana tiene un trabajo soso de oficinista, y por la noche pasa horas delante del ordenador vendiendo software dudoso y buscando respuestas a sus preguntas que, según se rumorea, Morfeo podría poseer. Cuando Trinity, una chica de carácter muy duro, lo encuentra y le habla de que el mismo Morfeo quiere verle, iniciará un camino rumbo a su destino: Ser el elegido que salvará a la humanidad.

Matrix supuso un resurgir del cine de acción, que en los 90 había estado muy de capa caída, con apenas ningún film destacable. Sus directores, los hermanos Wachowski, utilizaron una forma distinta de grabar, inspirada en el western y el cine de kung-fu, combinada con efectos especiales y una estética cyberpunk que ya muchos pensaban caduca.

Otro de los grandes méritos de Matrix es que consiguen que cada pelea tenga su justificación, algo que no se ve tanto en las secuelas. Además, las peleas están exquisitamente coreografiadas. Los directores se encapricharon con el mismo coreógrafo que realizó algunas de las películas de Bruce Lee, que apenas hablaba en inglés. ¿Y qué consiguieron? Espectacularidad. No, no, no he sido suficientemente claro. Consiguieron ESPECTACULARIDAD. Podría poner muchas escenas diferentes, pero escojo la que es para mí la mejor pelea de toda la saga: Neo contra Morfeo.


¿Hay alguien que no haya visto ya esta película? Como la respuesta probablemente sea que nadie, lo que os recomiendo, para variar, ¡es que la volváis a ver! Veréis que estos más de 10 años apenas le han pasado factura y sigue siendo una GRAN película. Recomendable para todo el mundo. ¡Hasta a mi madre le gusta!