Cine Kung-Fu

Con un jovencísimo Jackie Chan, que empezaba a tener bastante reconocimiento en China, y muchos de los actores y el director de la anterior, Furia Oriental, realizan este ligeramente mediocre film que pretende seguir desarrollando la trama de la primera.

Chen Yen Lung, interpretado por Jackie Chan, es un joven maleante que se pasa el tiempo rapiñando para sobrevivir. Sin tener entrenamiento en artes marciales, está acostumbrado a meterse en peleas y a salir airoso, pero cuando por casualidades del destino se ve enfrentado con los japoneses que ocupan Taiwán, ve que es incapaz de ganar. Con el orgullo herido, y con un patriotismo cada vez más creciente, acabará uniéndose a los antiguos compañeros de Chen Zhen (los que sobrevivieron en Furia Oriental) que han formado una resistencia anti-japonesa, revelándose así como un increíble luchador capaz de enfrentarse con la misma intensidad que Chen Zhen.

El mito de los "puños de furia" de Bruce Lee estaba aún reciente, y la idea de rentabilizar el éxito del actor llevó a hacer este film de producción bastante mediocre. Tiene algunos puntos interesantes, pero la primera mitad de la película, en que se entretienen en politiqueos más bien poco interesantes, resulta aburrida. Aquí además Jackie Chan no tenía el rodaje que tiene ahora, y resultaba un actor dramático que quedaba a la altura del betún del mito del luchador dragón. En mi opinión, Jackie Chan, al igual que pasaría con Jet Li más adelante, necesitaba encontrar un estilo propio que le hiciera destacarse por el resto, aunque ya de jovencito apuntaba a maneras.

Aún así, no se puede negar que el kung-fu de esta película es espectacular, Jackie Chan está tan en buena forma como siempre y sus coreografías aún tienen un aspecto mucho más clásico, sin el estilo tan inconfundible de ahora. Además, algo que salva esta película son los personajes secundarios, que en general son carismáticos y hace de la película algo mucho más entretenido, sobre todo la segunda mitad.

Como viene a ser lo acostumbrado, la pelea final es de las más impresionantes, y aquí resulta interesante ver cómo lo hacen con el espacio limitado, algo que no suele ocurrir en el cine de artes marciales donde tienen espacio para dar patadas voladoras y giratorias.

En resumen, si os quedasteis con ganas de más tras ver Furia Oriental, os recomiendo que veáis esta segunda parte. Que, para qué negarlo, en Hollywood hacen secuelas mucho peores.